lunes, julio 7, 2025
Nacional

Acapulco, destino que no se recupera

La reconstrucción de Acapulco avanza lento, muchas cosas están a medias, otras tiradas y muy pocas, renovadas.

El recuerdo del huracán “Otis”, en 2023, es permanente entre los acapulqueños. Marcó un antes y un después; nada es igual y, tal vez, nada volverá a ser igual.

En 2024 Acapulco tenía un objetivo: volverse a poner en pie, recuperar algo de lo perdido, no lo logró, y eso no pasó por dos obstáculos: el primero, la violencia perenne que tras la emergencia por el huracán se volvió inclemente, y el segundo: “John”, un nuevo huracán que inundó lo que no estaba destruido.

En este contexto, empresarios señalan que rescatar a Acapulco “es una cuestión urgente”.

En manos de la violencia
En 2024 la tendencia de homicidios dolosos en Acapulco fue en aumento, el primer semestre fue el más violento en los últimos seis años.

En julio se vio uno de los peores momentos. Las organizaciones criminales tiraron por lo menos 17 cadáveres desmembrados en las calles. Acapulco ahora está en medio de la violencia extrema.

Tras el paso de “Otis”, el gobierno federal ordenó la construcción de 22 cuarteles de la Guardia Nacional (GN) por todo el puerto, además del despliegue de 10 mil soldados, lo cual no sirvió de nada.

El papel de la GN es cuestionado. El presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), José Luis Smithers Jiménez, considera que los agentes son sólo observadores y recogedores de cadáveres.

“Yo creo que aquí se debe aplicar mano dura en todo, y que la Guardia Nacional deje de estar de simple observadora porque esto se está saliendo de las manos”, consideró el empresario.

La destrucción de “John”
El huracán “John” acabó con muchos sitios que “Otis” destrozó. En la zona Diamante, cientos de viviendas y comercios quedaron bajo el agua. Lo poco que se había reconstruido, en cuatro días de intensas lluvias quedó destruido. Los refrigerados, colchones y estufas que dio el gobierno federal a los damnificados de “Otis”, se perdieron de nuevo.

Los desafíos
El empresario hotelero y expresidente de la AHETA, Jorge Laurel, afirma que Acapulco enfrenta “serios desafíos que amenazan su supervivencia como destino turístico de primer nivel”, y agrega que “la falta de inversión, la inseguridad y los desastres naturales han debilitado la infraestructura de la ciudad y disminuido su atractivo”.

La recuperación de Acapulco dice Laurel, depende en gran parte de la recuperación de su oferta turística, pero los hoteles están en crisis.